Hola, segundo artículo en el ManoBlog, ¡qué emoción!. 😍
En esta oportunidad, te quiero compartir cinco propuestas para usar las tarjetas “base” del juego Desorbitados como herramienta didáctica (ver juego).
Pero primero me voy a presentar: soy Mariana. Mamá de Feli y Mati, Maestra y Psicopedagoga hace más de 20 años. Y estoy completamente convencida de una cosa:
Los beneficios que brindan los juegos de mesa para el aprendizaje y la estimulación cognitiva de personas de todas las edades, ¡son enormes!. Resultando una herramienta indispensable para potenciar diferentes habilidades en la intervención psicopedagógica, fonoaudiológica o la clase. ¿Quizás a alguien en casa también le vienen bien estos desafíos de palabras?.
Conocer la cantidad de “evidencia científica” que existe sobre esto, me impulsó a emprender junto a algunos miembros de mi familia y desarrollar juegos versátiles que pueden ser usados con mayor o menor sistematicidad.
Ahora si, te dejo las cinco propuestas con el juego Desorbitados:
(estas son las tarjetas “base”).
1- Desarrollar la memoria.
- Objetivo: descubrir y recordar la mayor cantidad de palabras posibles, de un determinado número de tarjetas (por ejemplo: dos tarjetas por jugador).
- Recomendamos tomarse 3 minutos para retenerlas (con ayuda de un cronómetro), para luego escribirlas usando la memoria; o un poco más desafiante: retenerlas y pasado el tiempo decirlas oralmente. Gana quien más palabras recuerde.
- Si se quiere agregar más dificultad, se pueden sumar tarjetas o reducir tiempo.
Te dejamos un video de Instagram donde te lo explica mejor: click aquí
2- Estructuración de textos.
- Objetivo: armar una oración, un párrafo o una historia que contenga las tres palabras de una tarjeta; puede ser oralmente o dejándolas también por escrito.
- Para flexibilizar el pensamiento, con esas mismas palabras pueden inventarse oraciones o párrafos “muy diferentes” o “disparatados”.
3- Conciencia fonológica.
- Objetivo: elegir una tarjeta y definir un anillo entre todos, del que se tomarán las letras y sólo esas letras, para formar nuevas palabras. Por ejemplo con las letras de la palabra “doscientos”, se pueden crear: “tosiendo”, “sediento”, “cientos”, “dos” “nietos”, “tos”, “cien”, “neto”, “sonetos” y muchísimas más.
4- Fluidez lectora.
- Objetivo: definir un número determinado de tarjetas y “leer” con la mayor velocidad posible los tres anillos, controlando la velocidad de lectura (recordamos que será un desafío extra no saber dónde comienzan las palabras).
- Otra sugerencia: repetir la propuesta proponiendo disminuir el tiempo de lectura.
5- Intercambio y comunicación oral.
- Objetivo: un manosapiens leerá una palabra para sí mismo y responderá a preguntas que le harán los demás para descubrirla; o dará pistas y los demás tendrán que adivinar de qué palabra se trata.
Cuanta mayor cantidad de tarjetas se utilicen, mayor será el desafío. ¡Siempre proponernos un poquito más!. 💪
Jugando, sin lugar a dudas se les ocurrirán, muchas más.
Nos encantaría que nos cuentes qué te pareció este artículo y si aplicaste alguna de las ideas. Podes escribir en los comentarios o por Instagram.
Mariana y el equipo de Manopiensa.